PEDRO ESCARTÍN, MI AMIGO INVISIBLE. LADRONES DE CUADERNOS

Hoy mismo me ha llegado el paquete de mi amigo invisible, que ha resultado ser Pedro Escartín, un ladrón de Huesca. Se ha producido la magia de ser regalado y, la verdad es que estoy muy contento ya que es un hombre que comparte algunas de mis aficiones, como -obviamente, el dibujo y la pintura- y la ornitología. También tiene o tenía al menos tres perros con los que aparece fotografiado, perros de raza pura con los que pasea por esos campos. Yo, empero, tengo un perro pequeño, indefinido, un gozquecillo, natural de un pueblo de pastores, del que me aseguraban que su padre había sido un ¡zorro! Vaya usted a saber. Bueno, está claro que no, pero la historia, cuando cabía en una caja de zapatos y sobraba la mitad, prometía lo suyo. Como no lo tengo educado, pues me pasea él a mí, hasta que llegados a lugar sin peligro lo suelto y campea a sus anchas.

Dibujar aves no es fácil, sobre todo si sales al campo e intentas captar sus posturas características. Bien lo sabe Pedro, que es avezado ornitólogo. Así que me ha dibujado un par de pájaros. El de la avefría, un chorlito de irisados colores en el manto, que nos anuncia (-ba) el frío y una flecha turquesa con su rapidísimo vuelo rasante cual es el martín pescador cuya presencia es inolvidable para el que lo contempla por primera vez y gratificante para el que ya ha disfrutado de su contacto (visual).

Muy bonito el cuaderno, del que he de decir que es nuevo para mí, que el papel parece resistente al agua y al que espero sacar un buen partido. De momento lo ha empezado con un gran nivel Pedro, del que tendré un grato recuerdo. Saludos a los ladrones y en este caso, especialmente a Escartín y a Mª Antonia, de la que fui amigo invisible.

Secuencia de la apertura

En la portada, mi nombre

Una preciosa iglesia mozárabe con la que mantiene estrechos vínculos.

Martín pescador en su posadero

Avefría en un bonito marcapáginas.